Como quedar embarazada

Cuando nos decidimos a tener un bebé estamos seguras que basta con dejar de usar los anticonceptivos, esperar nueve meses y ya tendremos nuestro niño en brazos. Nada más lejos de la verdad. A diferencia de otros mamíferos, la reproducción humana es altamente ineficaz.

Según las estadísticas, solo el 25% de las parejas logran concebir en los tres primeros meses en que se empieza a buscar la gestación activamente. Salir embarazadas no es tan sencillo como se cree, en especial después de los 35 años. Más aún difícil es si has utilizado algún método anticonceptivo basado en hormonas, como la vacuna o la píldora. Incluso en el caso de los DIU, el cuerpo necesita un período de tiempo durante el cual se descontamina o readapta para la concepción.

No obstante, he aquí algunos consejos útiles para buscar un embarazo.

Que hacer para quedar embarazada

Visita a tu médico. Después de un chequeo sabrás si tu cuerpo está listo para concebir, lo que te quitará motivos de estrés y futuras complicaciones. Es importante empezar a tomar ácido fólico, a razón de 1 miligramo diario hasta que salgas embarazada. 

Buscando un bebé

Conoce el día de tu ovulación, que corresponde al día 14 del ciclo menstrual de 28 días. Tres o cuatro días antes y dos días después de esta fecha es el mejor momento para concebir.

Pero, ¡ojo! Esto no quiere decir que debas hacer el amor todos los días en estas fechas, y menos varias veces al día. Cuanto más seguida la descarga de semen del hombre, menos espermatozoides contiene. Tres veces durante el período de ovulación, dejando un día por el medio, debe ser suficiente, máxime cuando un espermatozoide puede sobrevivir un estimado de 24 horas en activo. 

En cuanto a las posiciones, ninguna que favorezca la salida del semen por gravedad. Ni encima ni parada. Las más apropiadas son la posición del misionero, de costado y “de perrito”, que favorecen una penetración más profunda.

Lo esencial es no obsesionarse. Esa presión no te hace bien a ti ni a tu pareja. Quedar embarazada es un ejercicio de paciencia, que te prepara para una maternidad feliz.