Cuida tus encías y ganarás salud
Las encías mal cuidadas pueden darte problemas serios de salud, conoce cómo cuidarlos y así mejorar tu salud.
Si tus encías no tienen un color rosa pálido, te duelen y sangras cuando te cepillas, puedes ver la raíz del diente, tienes dientes flojos o el aliento te huele, debes sospechar que tus encías no están sanas.
No es una cuestión de pura estética o una precaución para no perder piezas: los trastornos de encías pueden acarrear trastornos que pueden dañar al corazón o bajar las defensas de tu cuerpo.
Conociendo las enfermedades en las encías
Las enfermedades de las encías son provocadas por las bacterias presentes en la boca. Cuando ingerimos alimentos y no tenemos una higiene bucal correcta, estos se depositan entre los dientes y las encías, dando lugar a la placa bucal, también conocido como sarro.
Con el tiempo, las encías se inflaman, dando lugar a una enfermedad conocida como gingivitis. Si esta inflamación leve no se trata a tiempo, puede desembocar en periodontitis o piorrea, donde la suciedad se introduce en la raíz del diente y puede provocar su caída.
La prevención es la clave de la salud
Si ves alguno de los síntomas, es importante que acudas a tu dentista de inmediato. Este hará una evaluación del daño y te indicará el tratamiento a seguir. La gingivitis puede solucionarse modificando los hábitos de higiene bucal y realizando un cepillado correcto, al cual se le incorporan enjuagues antisépticos y otros tratamientos, como el aceite ozonizado.
Los dientes han de cepillarse después de cada comida, mínimo tres veces al día durante unos 2 minutos. El cepillado no debe ser brusco, para no dañar la encía y debe utilizarse una pasta con flúor para eliminar las bacterias. El cepillo debe utilizarse con una inclinación de 45° entre diente y encía, con movimientos circulares hacia arriba e insistiendo en la unión entre ambos.
Es útil antes de acostarse activar el flujo sanguíneo de la encía tras el cepillado. Se hace con el dedo masajeando directamente las encías.