Las Enfermedades en la Piel: Acné y Rosácea

Las Enfermedades en la Piel: Acné y Rosácea

Te contamos los síntomas y tratamientos para las dos enfermedades más comunes, el acné y rosácea.

La piel es el mayor órgano de nuestro cuerpo. Ella es la encargada de cubrir completamente todo el organismo para mantenernos protegidos de cualquier bacteria, cambio de temperatura o inclusive sustancias químicas que puedan afectar nuestra salud. 

 Esta labor de protección no es tarea fácil; por lo que ella, nuestra piel, también sufre y se enferma. Cualquier reacción extraña que notemos, tal como enrojecimiento, irritación o inflamación; suponen una alteración en la apariencia de la piel, que podría conllevar a una enfermedad epidérmica. 

 Acné y Rosácea: De que se trata

Estas dos patologías cutáneas presentan una elevada prevalencia en la población de nuestro país. Cabe mencionar que ambas coinciden en el hecho de ser enfermedades inflamatorias crónicas; de las cuales, hasta la fecha, se desconoce la causa que las origina.

A pesar de tener similitudes, es importante destacar, que los síntomas y los métodos curativos son diversos.

El acné se manifiesta con mayor frecuencia en los adolescentes, sin embargo, esto no significa que los adultos queden exentos de la enfermedad. También puede aparecer en personas entre 35 y  44 años edad. 

Esta patología se caracteriza por el exceso de secreción de sebo, el cual queda sepultado bajo la piel estimulando la aparición de espinillas, pápulas y nódulos. 

En el caso de la rosácea, la misma incide sobre el rostro provocando una coloración rojiza, que puede ser transitoria o permanente. Después de un período de tiempo, los pacientes empiezan a manifestar granos y pústulas, que pueden llevar, en casos extremos, hasta la inflamación de la nariz. 

Tratamientos para el Acné

En relación al acné, el tratamiento puede ser tópico o sistémico, esto dependerá del nivel de gravedad que presente la persona afectada. Para llevar a cabo un tratamiento tópico, es pertinente recurrir a los retinoides y al peróxido de benzolio, estos tienen la capacidad de reducir la apariencia de las lesiones y previenen la aparición de futuros síntomas. En el caso de un acné severo, lo más conveniente será tratar con antibióticos orales. 

Para curar la rosácea es recomendable el uso de cremas que contengan ácido azelaico o metronidazol. De igual forma, la brimonidina se considera una excelente alternativa, ya que su función es disminuir el enrojecimiento cutáneo, logrando contraer los vasos sanguíneos que se encuentren dilatados. 

En definitiva, debemos estar alerta y acudir al dermatólogo desde la aparición de la primera alteración.