Remedios Caseros
Conoce el beneficio de los remedios caseros y cómo podrán ayudarte.
Los remedios caseros son todos aquellos productos que se tienen en casa y que sirven para prevenir, remediar o curar muchos tipos de dolencias comunes, como la tos, la caída del cabello o los hongos. Son remedios naturales y no compuestos como los medicamentos, y se mezclan entre ellos para obtener una mayor eficacia.
Remedios Caseros más comunes
Entre los remedios para la tos caseros más efectivos está el baño de vapor. Hay que calentar una cazuela de agua y añadir puñados de sal marina u otro ingrediente como la menta. Se coloca en el centro de la mesa, se cubre la cabeza con la toalla y se inhalan los vapores durante unos 3 minutos: el alivio es inmediato y se recomienda untar seguidamente un poco de crema descongestionante debajo de la nariz y en el pecho y la espalda.
También existen remedios caseros enfocados ya no a curar, sino a mejorar el aspecto del cuerpo en general. Remedios naturales para tonificar o la celulitis, los que sirven para exfoliar la piel (miel y azúcar como ejemplo) o para afinar los poros de la piel son los más conocidos.
Uno de los métodos más empleados para que los remedios caseros surtan efectos sobre la piel son los baños de agua fría. Se trata de llenar la bañera de agua unos grados más fría que la temperatura del cuerpo y sumergirse durante unos 5 minutos. El efecto será mayor si se añaden “bombas de agua” rellenas de ingredientes naturales como manteca de karité o hierbas trituradas aromáticas.
Los remedios caseros tienen su origen en la medicina natural, que utiliza sustancias naturales en la elaboración de los medicamentos, y no emplea procesos de refinado, sustancias perjudiciales para la salud o excipientes que provocan efectos secundarios. La medicina natural es la tendencia frente a prefabricados artificiales con posibles efectos nocivos.