Agro-Ecología una Práctica Necesaria

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Agro-Ecología una Práctica Necesaria

Una tendencia que toma nuevos adeptos día a día.

Esta concepción nueva y revolucionaria gana adeptos día a día desde que apareció en la década de los setenta del siglo pasado. En pocas palabras, es la alternativa de las personas respetuosas del medio ambiente frente a los modelos agresivos de la agronomía tradicional. 

No es cuestión de producir por producir y esperar que no pase nada. La agroecología parte de la base de que el fenómeno está compuesto por todas las partes que lo integran, y todas ellas interactúan entre sí. La agronomía tradicional había funcionado porque el impacto ecológico que causaba era poco o nulo, de forma que cuando los campos eran abandonados la naturaleza podía volver a reclamarlos.

El siglo XX, con la mecanización de la agricultura, el uso de fertilizantes y plaguicidas, el monocultivo, la manipulación genética y la deforestación para abrir espacio para el cultivo alteró sensiblemente ese equilibrio y se convirtió en un elemento importante. La desertificación y las sequías son un claro ejemplo de este impacto.

Es por ello que surge como alternativa la Agroecología, que propone una forma de agricultura más ligada al medioambiente y más sensible socialmente. De esta forma se tiene en cuenta no solo la producción sino que esta sea sostenible y ecológica. Para ello se respetan tres factores claves: la preocupación medioambiental, el enfoque ecológico y su impacto social. 

La Agroecología en acción

Esta nueva ciencia considera al cultivo no como una entidad aparte, sino como un nuevo ecosistema que debe interactuar con el medio que le rodea sin afectarlo. Para ello se está regresando a las formas tradicionales de cultivo, conservada en las comunidades originarias, que interactuaban de forma eficaz con la naturaleza.

La agroecología no niega en lo absoluto los nuevos avances de la ciencia, sino que los incorpora pero de forma inteligente para no dañar el medio ambiente. Así se conservan los recursos naturales (suelo, agua y biodiversidad) y se respetan las comunidades rurales, quienes  poseen el material genético mejor adaptado a las condiciones locales. 

Los países europeos, a la par de Estados Unidos  y Australia han empezado a implementar algunos principios de esta ciencia, pero sin dudas  la agroecología se convertirá cada vez más en una práctica necesaria.